martes, 29 de noviembre de 2016

Guatemala

En Guatemala, se estima que el país recibe un promedio de 21 denuncias diarias de diferentes formas de agresión o violencia sexual.. En El Salvador, el número de episodios reportados de niños y adolescentes agraviados oscila entre 800 y 1000 al año.
Las prácticas perversas se han desatado en menoscabo de los niños. Los datos más frescos determinan que nada más en Tegucigalpa, la Fiscalía conoce un promedio de cinco denuncias semanales de ultrajes cometidos contra la integridad de menores.
Esto significa que cada día es puesto al conocimiento de las dependencias obligadas un caso de abuso sexual infantil, atribuidos -en su gran parte- a los progenitores, padrastros, tíos, abuelos y vecinos.
Los funcionarios de las dependencias encargadas de ejecutar las políticas públicas de la niñez, justifican el fracaso en la tutela de los derechos de los menores hondureños, mediante sistemáticos llamados a los padres de familia y a los maestros a intensificar la vigilancia de los menores.
Es contradictorio. Se han creado más dependencias estatales y han surgido más y más organizaciones no gubernamentales a la sombrilla de la defensa de los derechos de los niños, pero nunca como ahora este grupo poblacional se había encontrado en tal condición de fragilidad.
A esta realidad inaceptable no escapan los pequeños de los otros dos países que forman el Triángulo Norte, la región más violenta del área centroamericana.
En Guatemala, se estima que el país recibe un promedio de 21 denuncias diarias de diferentes formas de agresión o violencia sexual, lo que se traduce en al menos 8,000 casos de este tipo.
En El Salvador, se estima que el número de episodios reportados de niños y adolescentes agraviados oscila entre 800 y 1000 al año, de acuerdo con los estudios realizados por el Observatorio de Violencia de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA).
En aquel vecino país se ha logrado establecer que alrededor del cinco por ciento de los casos de violación de menores son cometidos por el padrastro de las víctimas, un cuatro por ciento corresponde al propio padre de los infantes ultrajados, un tres por ciento es imputado a los vecinos y cerca de dos por ciento a parientes en segundo y tercer grado.
En lo que tiene que ver con Honduras, la tragedia de los niños violados tiende a tomar matices de mayor dramatismo y, en muchos casos, tienen un desenlace fatal.
La respuesta no es efectiva, sino más bien inexistente. La niñez hondureña está en el abandono y en las garras de la violencia sexual, de la explotación y de la trata de personas.

sábado, 19 de noviembre de 2016

Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual Infantil”

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EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Al conmemorarse este 19 de noviembre  el “Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual Infantil”, la realidad de la niñez en República Dominicana es en este aspecto una de las más graves de América Latina y el Caribe.
Según datos de niños, niñas, y adolescentes que son víctimas  de abuso sexual, aun con el subregistro que supone el  tratarse de un tema tabú, evidencian  una proporción más que alarmante. 
Las secuelas psicológicas que ser víctima de abuso sexual deja en una niña o niño, les acompañan durante toda su vida. Esto sin mencionar que muchos de  los  embarazos en niñas y adolecentes son productos de abuso sexual, y muchas veces de incesto. 
Una investigación realizada en el año 2015 por el Ministerio de Educación de la República Dominicana (MINERD), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), reportaron que en la población estudiantil dominicana, por cada cinco jóvenes uno o una ha  reportado haber sido tocado o tocada por una persona adulta, esto es una cifra alarmante por que la misma revela que un 20% de la niñez dominicana ha sido víctima de acoso sexual. Dicho estudio revela además, que el acoso proviene de familiares de las víctimas o de personas de confianza para las familias de las víctimas.
Estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y UNICEF plantean que son problemas reales en nuestra sociedad los abusos, maltratos y la  explotación sexual comercial contra niños, niñas y adolescentes, a la vez que denuncian que además frente a estos problemas “existen altos niveles de tolerancia en República Dominicana”.
En el informe de UNICEF, “REPÚBLICA DOMINICANA 2016. Una oportunidad justa para cada niño”, se presentan datos acerca de la infancia en general que evidencian la enorme deuda social que los sucesivos gobiernos han acumulado en la atención a esta población. Se plantea que “las niñas y adolescentes embarazadas tienen mayor probabilidad de morir a causa del embarazo, el parto o el postparto. Los bebés de las adolescentes tienen más riesgo de morir y presentar bajo peso al nacer y prematuras. La tasa de mortalidad neonatal en la República Dominicana es 25 por cada 1,000 nacidos vivos. Es la tercera más alta de América Latina, solo Haití y Guyana la superan”.

Estos estudios  ubican a nuestro país entre los que más embarazos en adolescentes se reportan cada año,  y como consecuencia directa, uno de los más altos índices de niñas madres entre los 10 y 14 años. El matrimonio y las uniones tempranas, se ha demostrado,  afectan el cumplimiento de los derechos de las niñas, condicionan su desarrollo, las exponen a la violencia, el abuso y el embarazo adolescente. Además reproduce el círculo intergeneracional de la pobreza, limitando su desarrollo psicológico, emocional y material, generando mayor pobreza y exclusión. 

Es evidente que el “Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual Infantil”, nos encuentra con calificaciones muy bajas en  un tema de tanta relevancia para el presente y futuro de nuestra sociedad. Prevenir el abuso sexual debe estar en las prioridades para la inversión social en la agenda  pública  y privada.

El Abuso Sexual Infantil, es una acción irresponsable que afecta  a niñas y niños de todas las sociedades, sin excepción de raza, posición económica o geográfica ni extracto social.  Los datos que arrojan los diferentes estudios muestran que en nuestro país se han olvidado  las responsabilidades que  como nación nos competen en el orden de la protección a la niñez,  fomentando el crecimiento de futuros jóvenes en perfecto estado de salud física y mental.

Desde  Casa Abierta abogamos  por una sociedad defensora de los derechos de la niñez, una sociedad consciente de la necesidad existente como nación de que la niñez crezca en un ambiente saludable, que pueda disfrutar de goce pleno en el aspecto mental y emocional, porque la niñez de hoy son los futuros tomadores de decisiones y son los que dirigirán la nación, en este aspecto, cada individuo debe asumir el compromiso de que la población infantil disfrute de un ambiente libre de violencia y abusos.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Instan a prevenir el abuso infantil


Pensar que su hijo o hija no estará expuesto a ser víctima de abuso infantil es uno de los principales mitos de las personas, recordó este miércoles 16 de abril Alexis Ábrego, de la Fundación Visión.
Según Ábrego, ese es el motivo por el que el abuso sexual infantil se ha convertido en una “pandemia” como lo definió el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La campaña de esta fundación está enfocada en prevenir, fortalecer el carácter del niño y promover el diálogo entre padres e hijos.
“Existe el mito de que va a ser un extraño y el 94% de los casos suceden dentro de la casa” sentenció Ábrego.
Se estima que anualmente 2 millones de niños son abusados en Latinoamérica, por “alguien que el niño conocía, amaba y respetaba”, dijo.

Prevención

La Fundación Visión se encarga de distribuir el libro “Cuentos que no son cuentos” para explicarles a los niños que hay partes públicas y privadas, lo que facilita el diálogo de padres con hijos.
Además, capacitan a personas que desean ser agentes multiplicadores.
Incluso, este hecho sucede en igual medida tanto en el interior como en la capital.
“Necesitamos convertirnos en ángeles guardianes de nuestra niñez y la única forma de hacerlo es a través de la educación”, indicó Ábrego.
Mientras continúan su trabajo de sensibilización y capacitación en el tema.
Los padres de familia deben estar alerta para ser parte de la solución del problema.